jueves, 28 de febrero de 2008
Domingo 4º de Cuaresma - 2 de marzo de 2008
Es «ciego de nacimiento». No sabe lo que es la luz. Nunca la ha conocido. Ni él ni sus padres tienen la culpa, pero allí está él, sentado, pidiendo limosna. Su destino es vivir en tinieblas.
Un día, al pasar Jesús por allí, ve al ciego. El evangelista dice que Jesús es nada menos que la «Luz del mundo». Tal vez recuerda las palabras del viejo profeta Isaías asegurando que un día llegaría a Israel alguien que «gritaría a los cautivos: ¡salid! y a los que están en tinieblas: ¡venid a la luz!».
Jesús trabaja los ojos del pobre ciego con barro y saliva para infundirle su fuerza vital. La curación no es automática. También el ciego ha de colaborar. Hace lo que Jesús le indica: se lava los ojos, limpia su mirada y comienza a ver.
Cuando la gente le pregunta quien lo ha curado, no sabe cómo contestar. Ha sido «un hombre llamado Jesús». No sabe decir más. Tampoco sabe dónde está. Sólo sabe que, gracias a este hombre, puede vivir la vida de manera completamente nueva. Esto es lo importante.
Cuando los fariseos y entendidos en religión le acosan con sus preguntas, el hombre contesta con toda sencillez: pienso que «es un profeta». No lo sabe muy bien, pero alguien capaz de abrir los ojos tiene que venir de Dios. Entonces los fariseos se enfurecen, lo insultan y lo «expulsan» de su comunidad religiosa.
La reacción de Jesús es conmovedora. «Cuando se enteró de que lo habían echado fuera, fue a buscarlo». Así es Jesús. No lo hemos de olvidar nunca: el que viene al encuentro de los hombres y mujeres que se sienten echados de la religión. Jesús no abandona a quien lo busca y lo ama, aunque sea excluido de su comunidad religiosa.
El diálogo es breve: «¿Crees tú en el Hijo del Hombre?» Él está dispuesto a creer. Su corazón ya es creyente, pero lo ignora todo: «¿Y quién es, Señor, para que crea en él?». Jesús le dice: no está lejos de ti. «Lo estás viendo: el que te está hablando, ése es». Según el evangelista, esta historia sucedió en Jerusalén hacia el año treinta, y sigue ocurriendo hoy entre nosotros en el siglo veintiuno.
EL GRUPO DEL MOVIMIENTO JUNIOR DE CORIA REALIZAN UNA VISTIA A CALZADILLA
En primer lugar visitaron la ermita del santísimo Cristo de la Agonía, donde siguienton las explicaciones de la devoción y otras tradiciones del pueblo, que hizo maxi, el Mayordomo de la cofradía. Tras una oración personal, los chicos firmaron en el libro de visita de la ermita, expresando sus deseos´, suplicas y agradecimientos.
Luego conocieron las calles y plazas del pueblo con diversos juegos. Tuvieron una merienda compartida, preparada por los voluntarios de Cáritas de Calzadilla. La jornada terminó con una visita a la señora Gabriela, la más anciana de la localidad, que tiene 105 años, le llevaron unas flores que con anterioridad habían recogido en los campos del pueblo.
cada chico aportó un euro con veinte céntimos que sirvirán para pagar los gastos comunides de la convivencia y del funcionamiento del grupo.-
la experiencia fue muy positiva, porque también se incorporaron chicos y chicas del pueblo de su edad, a algunas actividades. esperamos seguir repitiendo estas experiencias.
martes, 12 de febrero de 2008
VIACRUCIS EN LOS VIERNES DE CUARESMA
MUSEO DEL CRISTO
En la ermita del cristo, la Cofradía tiene un museo donde se guardan las ofrendas que a lo largo del tiempo, los devotos han hecho al Cristo.Debido al reducido espacio y a la cantidad de objetos expuestos, se requiere una nueva organización del mismo. Con el tiempo afrontaremos esa reforma, con la intención de que el pueblo y los visitantes puedan disfrutar de este tesoro cultural y religioso.
miércoles, 6 de febrero de 2008
Mensaje del Papa para la cuaresma 2008
Celebración de las Candelas
En la Eucaristía tuvimos la presentación de Nicolas, niño bautizado en el último año. Le hicimos entrega de una medalla de la Virgen niña y a su madre una imagen de la Virgen.
A continuación tuvimos la procesión alrededor de la iglesia.
viernes, 1 de febrero de 2008
Aniversario de D.Eugenio, Sacerdote
Hoy elevamos una oración por D.Eugenio, sacerdote de nuestra parroquia, enterrado en el cementerio de Calzadilla.